En los accesorios para jugadores hay características que aportan rendimiento, y características que son anécdota, entre ellas y quizás la más llamativa es la locura colectiva centrada en la retroiluminación, lo que en el argot gamer se le llama RGB, es decir la posibilidad de escoger el color del accesorio entre una amplísima variedad de colores.
Creo que todos estaremos de acuerdo en que la retroiluminación no afecta al rendimiento ni del producto, ni del jugador, más bien en un momento dado ocupa memoria, insignificante pero la ocupa.
El motivo de esta moda, debemos buscarla en el modding, en el deseo de personalizar el equipo al gusto del consumidor. En ese aspecto sí que la retroiluminación RGB permite diferenciarse y es una característica clave para el usuario.
Las marcas siempre con la voluntad de acercarse al consumidor ya basan casi obsesivamente sus productos de gama media en el RGB. Y funciona.
Mars Gaming nos envía una comunicación que es la clave viva de esta singularidad. Cajas RGB, ventiladores RGB, ratones RGB, teclados RGB, …
Podemos customizar, pues customicemos, optemos por ser diferentes, la vulgaridad aburre…dicen.